Este baño principal surge después de rotar en varias opciones la ubicación del vacío. Eso era lo único que sabíamos, que debía tener un patio interno.
Siempre buscamos que tenga el espíritu y la paz que genera un spa, a través de la luz y los materiales.
Cuando armamos esta propuesta, no dudamos en que iríamos por acá. Esa ventana corrediza se embute por completo en una pared y el patio queda totalmente integrado con el interior.
Me acuerdo como si fuera ayer cuando elegimos las maderas para hacer el encofrado de esa pared de hormigón.
Mientras escribo esta publicación recuerdo todos los detalles que perseguimos desde el diseño hasta la ejecución. La ventana corrediza que llegó chica, lo que peleamos con el marmolero para que nos haga esa bacha íntegrada sin recortes, todos los cortes de placa para que sean rectificados, el detalle de los nichos con los perfiles @atrim, los zócalos embutidos, el estuco, altura de la ducha, cielorraso de madera, revestimiento del banco, bocas para leds previstas en obra, molde de la curva, encuentros entre curva/pared, colocación de las placas según dibujo, detalle de mueble, ubicación de desagües desde mampostería, riego para plantas, iluminación para plantas, maderas para el encofrado del patio, detalle del plano estructural para que ahí quede el vacío. Lo pienso y no les voy a mentir que un poco me agota pero ver estas fotos me recuerdan que nada es casualidad.